miércoles

Ciencia y Fe

Dijo el papa Pío XII en un congreso internacional de hombres de ciencia:


“ La ciencia moderna descubre a Dios detrás de cada nueva puerta que se abre.”


El Hombre progresa, el hombre investiga, el hombre va descubriendo más verdades, va profundizando en la ciencia; y según el hombre va profundizando en la ciencia va encontrando a Dios. La ciencia me proporciona datos que confirman la fe.


Antes de seguir adelante he de advertir que, cuando hablo de ciencia, hablo de verdadera ciencia. No hablo de una hipótesis de trabajo que puede proponer un científico, que todavía no es ciencia definitiva, porque no tiene una comprobación experimental suficiente.


Hablo de la ciencia ya comprobada y confirmada, de las verdades científicas definitivas. No hablo de hipótesis científicas porque las hipótesis científicas pueden ser pasajeras, y lo que hoy es hipótesis mañana puede arrumbarse en el olvido.


En cambio, la verdadera ciencia vale lo mismo hoy que hace mil años, que dentro de mil años.


El principio de Arquímedes, como verdadera ciencia, es inmutable. Lo mismo hoy, que trescientos años antes de Cristo, cuando Arquímedes dijo que “todo cuerpo sumergido en un fluido recibe un empuje hacia arriba igual al peso del volumen del fluido que desaloja” Este principio vale lo mismo para la flotación de las galeras del Imperio Romano que para los grandes superpetroleros de hoy”...


No puede haber oposición entre ciencia y fe porque las dos vienen de Dios.


¿Qué es la fe?
Fe es el conocimiento de las verdades de la religión que Dios me comunica, que Dios me transmite. Yo las acepto. Yo creo. Yo me fío. Esto es fe. Esto es religión. El conjunto de verdades religiosas que Dios me comunica.


¿Qué es ciencia?
El conocimiento de las leyes que Dios ha puesto en la naturaleza. Las leyes de la naturaleza son objeto de la ciencia. Estudiando la naturaleza se formulan sus leyes, después la técnica las aplica para el progreso.


Pero ¿quién ha puesto estas leyes en la naturaleza? ¿los hombres? No. Estas leyes no son de los hombres. Los hombres descubren y formulan las leyes, pero no las ponen.


Newton y Kepler formularon las leyes que rigen los movimientos de los astros, pero esas leyes no las hicieron ni Newton ni Kepler. Esas leyes regían el movimiento de las estrellas mucho antes de que nacieran Newton y Kepler. Ellos sólo las deducen y formulan. Igual ocurre con las leyes de la termodinámica, la electrónica o la biología.


¿Quién hizo la ley? El que hizo el universo. Luego ¿de quién es esa ley? De Dios. ¿Quién es el autor de la ley? Dios.


Luego, si Dios es el autor de la ciencia, porque es el que pone las leyes de la naturaleza; y Dios es el autor de la fe, porque la fe es la aceptación de las verdades de la religión que Dios a revelado, ciencia y fe vienen de la misma verdad, y por lo tanto no pueden contradecirse. Dios no va a contradecirse en lo que nos comunica a través de la naturaleza.




P. Jorge Loring


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