miércoles

Pecado Original - Mas bien una carencia

Cuando era niño y oí hablar por primera vez de la mancha del pecado original, mi mente infantil imaginaba ese pecado como un gran borrón negro en el alma.

Había visto muchas veces manchas en manteles, ropa y cuadernos; manchas de café, moras o tinta, así que me resultaba fácil imaginar un feo manchón negro en una bonita alma blanca. Al crecer, aprendí (como todos) que la palabra mancha aplicada al pecado original es una simple metáfora.

Dejando aparte el hecho de que un espíritu no puede mancharse, comprendí que nuestra herencia del pecado original no es algo que esté sobre el alma o dentro de ella. Por el contrario, es la carencia de algo que debía estar allí, de la vida sobrenatural que llamamos gracia santificante.

En otras palabras, el pecado original no es una cosa, es falta de algo, como la oscuridad es falta de luz.


P. Leo J. Trese

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