jueves

Quien ve a su prójimo ha visto a Dios

Según un cuento de Tolstoy, titulado "Quien ve a su prójimo ha visto a Dios", un anciano y, piadoso zapatero remendón sueña una noche que Jesucristo pasará ante él el día siguiente.


Desde la ventana de su taller que halla en un sótano está mirando con sumo interés a los que pasan. Ve a una pobre mujer que, desesperada va a suicidarse con su hijo. La invita a entrar, la consuela y la socorre lo mejor que puede.


Luego pasa un pobre hombre de estos que van quitando la nieve de la calle. Está transido de frío. El zapatero le invita y le hace entrar en su cuartito para que se caliente y tome un bocado. Y así hasta anochecido. El zapatero espera hasta medianoche....No ha visto pasar a Jesús.


Cansado y un poco desilusionado, se prepara para acostarse pero antes, corno de costumbre, quiere leer algún pasaje de la Escritura. Abre el libro y su mirada tropieza con estas palabras: "Siempre que lo hicisteis con alguno de estos mis más pequeños hermanos, conmigo lo hicisteis."


El zapatero siente subir una oleada de calor de su corazón y comprende que Jesucristo le ha visitado varias veces durante el día en la persona de sus hermanos necesitados.

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