miércoles

El Bien y el Mal

La mera capacidad de elegir entre el bien y el mal es el limite mas bajo de la libertad, y la única cosa libre acerca de ello es el hecho de que podamos elegir aún el bien.

En la medida en que uno es libre para elegir el mal, en esa medida deja de serlo. Una mala elección destruye la libertad. Nunca se puede elegir el mal como mal: sólo como un bien aparente. Pero cuando decidimos hacer algo que nos parece realmente bueno cuando realmente no lo es, hacemos algo que realmente no queremos hacer, y por lo tanto no somos libres.

La perfecta libertad espiritual es una incapacidad de hacer una mala elección. Cuando todo cuanto se desea es realmente bueno, y toda elección no sólo aspira a ese bien, sino que lo logra, entonces uno es libre porque hace cuanto quiere, y todo acto en su voluntad termina en una perfecta culminación.

Por lo tanto, la libertad no consiste en un equilibro entre las elecciones buenas y malas, sino en un perfecto amor y aceptación de todo lo que es realmente bueno y el perfecto odio y rechazo de cuanto es malo, de forma que todo cuanto se hace es bueno y le hace a uno feliz y uno rechaza, niega o ignora toda posibilidad que pudiera conducir a la desdicha, el auto engaño y la pena.

Sólo el hombre que ha rechazado todo el mal tan completamente que es incapaz de desearlo es verdaderamente libre. Dios, en Quien no hay absolutamente ninguna sombra o posibilidad de mal o de pecado, es infinitamente libre. En realidad, es la Libertad.

Thomas Merton
Nuevas Semillas de contemplación

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