miércoles

Santa María, Corredentora

¿Porqué la teología encuentra el centro de su corazón en el corazón de una mujer que es la Madre de Jesús?

María es la garante del realismo Cristiano; en ella se manifiesta que la palabra de Dios no sólo fue hablada, sino también escuchada; que Dios no sólo ha hablado, sino que el hombre ha contestado; que la salvación no sólo fue presentada, sino también recibida.
Cristo es la palabra de Dios, María es la respuesta; en Cristo, Dios ha bajada del cielo; en María la tierra se ha hecho fértil. María es el sello perfecto de las criaturas; en ella se ilustra de antemano, lo que Dios quería para la creación.
(Ensayo su eminencia Cardenal Cristoph Schoenborn, O.P., Arzobispo de Viena, Austria)


Según lo que ha expresado el cardenal Schoenborn, yo simplemente entiendo que el don de la redención, que se otorga libre y de manera perfecta, debe ser recibido en libertad y de manera perfectaA la luz de lo anterior, y según el plan de Dios, María es indispensable para la redención del hombre. Ella es indispensable no porque Dios sea incapaz de redimirnos por Sí Mismo, sino porque Él quiere que el hombre, a quien ha creado con libre albedrío, coopere libremente con su propia redención…El Redentor necesita que el hombre coopere con su propia redención.
Este oficio de corredención se ofreció a María porque fue concebida sin la mancha del pecado original. Sólo ella estaba en posibilidades de comenzar con un nuevo linaje de sangre libre de la esclavitud del pecado; solamente a ella se le preparó para ser Corredentora y quien, al igual que el cordero pascual, debía ser inmaculada. El Señor le hizo este ofrecimiento por medio del ángel Gabriel, y con su fiat, ella consintió en nombre de toda la humanidad, convirtiéndose en Corredentora.

Howard Q. Dee
ex Embajador de las Filipinas ante la Santa Sede
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Nota de Aclaración:
El padre de Fiores, miembro de la Academia Pontificia Mariana Internacional, que asesora al Papa para todas las cuestiones teológicas que tocan a la persona de María, aclara, sin embargo, que definir a María como «corredentora» no significa ponerla al mismo nivel salvador de Jesús, sino insistir en su papel de colaboradora en la salvación.

De hecho, el título de corredentora no se usa desde Pío XII, y los pontífices no lo utilizan precisamente para no provocar un equívoco con los protestantes. De hecho, la corredención no es una novedad. Ya el padre de la Iglesia Ireneo se refería a María como «causa salutis» («causa de la salvación») con su «fiat» (aceptación de la voluntad divina).

Es necesario aclarar que no se trata de situarla al mismo plano de Jesús. El carácter central de la salvación del Redentor se da por descontado. Se ve a la Virgen como colaboradora en esta redención. Jesucristo no se discute. No se trata de una yuxtaposición a la obra redentora de Jesucristo, sino una participación, una dependencia en la salvación. Este punto debe quedar muy claro.

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