El mismísimo Peter Singer, icono y gurú de muchos abortistas, admite que “no existe duda de que desde los primeros momentos de su existencia, un embrión concebido de un óvulo y un espermatozoide humano es un ser humano” (Ética Práctica).
De este modo, el eje de la discusión sufrió un giro radical, desplazando el tema acerca del estatuto ontológico del nasciturus y concentrándose en el derecho de la mujer gestante de eliminar a su hijo.
Desde la perspectiva abortista toda mujer tiene derecho a decidir sobre la vida o muerte del hijo que lleva en sus entrañas, pues la ponderación de sus intereses tiene “más peso que los intereses rudimentarios de un feto incluso consciente” (Singer).
Este cambio ha sido promovido prácticamente desde Beijing en adelante por la ONU, con el apoyo de otros organismos internacionales, entre los que se cuentan: la Organización Mundial de la Salud, la International Planned Parenthood Federation (IPPF); National Association for the Repeal of Abortion Law (NARAL); National Abortion Federation (NAR); Family Care; American Civil Liberties Union (ACLU); National Organization for Women (N.O.W.); Religious Coalition for Abortion Rights; Catholics for a free Choice; Young Women’s Christian Association (YWCA); American Association of University Women; National Abortion Federation; United Nations Fund Population Activity, la Fundación Ford y Rockefeller.
Esta nueva manera de defender el aborto invierte el orden víctima/victimario. La madre de victimaria pasa a ser víctima de un injusto agresor: el niño por nacer, quien se convierte a su vez en victimario y deja, por ende, de tener derecho a la vida desde el momento en que su madre, por múltiples razones o sin tener ninguna razón (depende de las legislaciones) no lo desea.
Los esfuerzos se concentran, entonces, en defender el “derecho” de la madre a eliminar a su hijo. Así cobran importancia argumentos como derechos reproductivos, autonomía y empoderamiento de la mujer, liberación de las cadenas de la maternidad, etc. Por ello, no es de extrañar que para los abortistas y sus epígonos, defender la vida del niño por nacer constituya un atentado contra la libertad, el progreso, los derechos humanos, y el bien común y en consecuencia sean tildados, por ejemplo, de retrógrados, conservadores, intolerantes y dogmáticos.
Pero hay otro argumento en esta “nueva” defensa del aborto. Es la afirmación de que no basta ser considerado “ser humano” para tener derecho a la vida. Se requiere ser persona, es decir, un “ser racional y consciente de si mismo”, “con conciencia de su propia existencia en el tiempo y con capacidad para tener necesidades y planes para el futuro” (Singer).
Como el nasciturus no poseería estas cualidades no tiene derecho a la vida: “Ya que ningún feto es persona, ningún feto tiene el mismo derecho a la vida que una persona” (Singer). Cabe precisar que esta concepción de persona, a nuestro juicio arbitraria, admite también el infanticidio. Singer sugiere “un período de veintiocho días después del nacimiento antes de que se aceptara que el recién nacido tiene el mismo derecho a la vida que los demás” (Repensar la vida y la muerte).
Tras el aborto se esconde una mentalidad utilitaria y un menosprecio por la vida del más débil, pues su existencia queda supeditada al bienestar (psicológico, económico, sanitario, etc.) de la madre. Pero no sólo hay un claro menosprecio por la vida del niño por nacer, sino además, un rebajamiento antropológico, dado que una “ternera, el cerdo y la tan ridiculizada gallina se encuentran muy por delante del feto en cualquier etapa del embarazo, mientras que si hacemos la comparación con un feto de menos de tres meses, un pez mostraría más señales de conciencia” (Singer).
En consecuencia la legalización del aborto es el poner la fuerza de la ley al servicio del más fuerte, pues, más allá de la retórica jurídica o los malabarismos intelectuales, es innegable que el niño por nacer es el más débil, el más inocente y el más indefenso de todos los seres humanos.
Eugenio Yáñez Rojas
Extraído de: Universidad Alfoso Ibáñez (Chile)-Investigación y Publicaciones-
Reproducido con permiso del Autor
Extraído de: Universidad Alfoso Ibáñez (Chile)-Investigación y Publicaciones-
Reproducido con permiso del Autor
7 comentarios:
El Sr Eugenio Yañez nombra tangencialmente las razones para legalizar el aborto, de algunos abortistas.
Como médico y pensador libre y hombre libre no he de tratar de imponer mi pensamiento en el resto de los seres, he de considerar verdad también la verdad del otro, no?
El autor del texto no habla de las mil y una penurias, hambre, soledad abandono y él podrá seguir enumerando otras, como esclavitud infantil y niños de la guerra, que son por sí solas razones para permitir abortar.
Los fundamentalistas de la Iglesia permanecen en el Dogma medieval y no se dan cuenta o no se quieren dar cuenta que el mundo cambia y la humanidad también.
Ya sabemos que los valores, que yo también comparto, son eternos y universales.
No estoy de acuerdo con la legislación y/o la obligatoriedad del aborto, esta sería otra conducta irracional y fascista del asunto.
El Sr Yañez debe permitirme opinar distinto a él, pues debe considerar que mi opinión también vale.
Por tanto creo que se debe dejar la puerta abierta al ajercicio del Libre Albedrío que Dios puso en nosotros o no es así?...
Reglamentar es la palabra, para prevenir todas las lacras que vienen por permitir y tolerar el aborto clandestino.
Muertes de madres jovenes por malpraxis, enriquecimiento de mafias, corrupción de los estamentos judiciales y poiliciales.
O desconoce el Sr Yañez que aunque se prohibiera por ley, como sucede en mi pais Uruguay, el aborto , igual se dá en condiciones inaceptables?
El aborto es un hecho, permitido o no.
Entonces mitiguemos el efecto deletéreo de esta circunstancia sobre la sociedad y sobretodo sobre las mujeres más pobres y desvalidas.
Impidamos que los niños pobres, abandonados, con desamor, esclavos, solos, tristes;;; pululen por el mundo.
O mejoremos las condiciones de vida de miles de millones.
La Iglesia siendo la Institución más rica de la Tierra y una de las más influyentes poco ha hecho para terminar con las injusticias terrenales.
O desconoce el Sr Yañez el fasto de sus Jerarquías?, esto tiene relación con la probemática que tratamos.
Es esto asesinato?, y lo otro que es?
Es un tema gigantezco, pero llamo a la reflexión y a revisar posiciones institucionales y por tales abroqueladas, que pierden de vista la realidad de la vida.
Yo rechazo el aborto, pero ante la realidad de que se realiza clandestinemente en los paises en los que está penado por la ley, que hacer, prohibirlo, ?? si ya lo está y vean el resultado.
No seamos intransigentes y dogmáticos, o fundamentalistas, seamos verdaderamente humanos, como Dios nos ordenó.
¡Qué maravilla ver el contenido de este blog!.
Totalmente de acuerdo con su argumentos sobre el tema del aborto.
Le incluyo algo que he escrito al respecto:
http://blog-elultimo.blogspot.com/2007/03/el-aborto-es-un-asesinato-y-punto.html
El aborto es un derecho que tienen las mujeres, lo que pasa es que algunas personas se mantienen en su mundo ideal siguiendo las enseñanzas del Berkeley no quieren ver la otra realidad, la verdad unica y es que el aborto es una practica muy comun en nuestros dias, pero es ilegal lo que hace que muchas personas se hagan abortos improvisados que terminan por acabar con su vida, para que traer una vida si no se puede matener no seria mtar a ese ser en vida obligandolo a vivir en un mundo donde no tendra nad y que me dices de las que son victimas de violaciones. EL ABORTO ES UN DERECHO
Quisiera hacer una pequeña observación a "Bartanicus".
Quote: "El autor del texto no habla de las mil y una penurias, hambre, soledad abandono y él podrá seguir enumerando otras, como esclavitud infantil y niños de la guerra, que son por sí solas razones para permitir abortar." Endquote.
Amigo Bartanicus: las circunstancias nunca determinan el pensar, ni el sentir, ni el hacer de una persona. Que un niño haya sido concebido sin "planificación" o sin amor o que el niño concebido no sea deseado, esperado o querido NO DETERMINA que vaya a ser infeliz. Tengo amigos que son "hijos naturales" y son más felices que otros que nacieron en "hogares bien constituidos", que en realidad no eran tales.
La felicidad de una persona depende en primer lugar de las opciones que ésta realice, no de sus circunstancias.
En la vida nos enfrentamos constantemente al dolor y al sufrimiento. Si abortar a un niño so pretexto de que va a sufrir fuese justo, tendríamos que matar a todos los que sufren. O sea, a todas las personas.
¿Eres tú, Bartanicus, capaz de asegurar que una persona por nacer no va ser feliz? ¿Puede alguien asegurar eso?
Conozco enfermos que son felices. Conozco personas mutiladas que son felices. Conozco pacientes terminales que son felices.
Creo que hasta conozco homosexuales que quieren ser felices.
Todos tenemos derecho a ser felices, pero también tenemos derecho a QUERER ser felices.
Buenos días.
[Bartanicus]
El Sr Eugenio Yañez nombra tangencialmente las razones para legalizar el aborto, de algunos abortistas.
[Enrique Gordillo]
A mí me parece lo contrario, precisamente: Yáñez es quien sí toca el fondo de la cuestión. Intentaré demostrarlo.
[Bartanicus]
[Yáñez] no habla de las mil y una penurias, hambre, soledad abandono y él podrá seguir enumerando otras, como esclavitud infantil y niños de la guerra, que son por sí solas razones para permitir abortar.
[Enrique Gordillo]
El hambre, la soledad, la esclavitud infantil y los niños de la guerra no son razón para permitir el aborto. Con ese criterio nadie debería traer hijos al mundo, que es, en realidad, la conclusión más matemática. Sin embargo, usted menciona el aborto, que no tiene nada que ver. ¿Por qué esperar hasta que estén en el vientre para abortarlos? La verdadera propuesta ---según la lógica que usted esgrime--- debería ser la no procreación. Yerra el tiro.
[Bartanicus]
Los fundamentalistas de la Iglesia permanecen en el Dogma medieval y no se dan cuenta o no se quieren dar cuenta que el mundo cambia y la humanidad también.
Ya sabemos que los valores, que yo también comparto, son eternos y universales.
[Enrique Gordillo]
Estamos de acuerdo: la humanidad en cierto sentido cambia; sin embargo, los valores son eternos y universales. Precisamente, los valores que defiende la Iglesia son eternos y universales, y encima de todos, el valor de la vida. Por eso la defiende. ¿Me dice, acaso, que hay un valor por encima del de la vida humana? ¿O acaso que la vida ya es un valor del pasado?
Sin remilgos sugiere usted el aborto como alternativa ineludible ante los males del mundo. ¿Se da cuenta de con qué ligereza propone asesinar niños? Y es que cuando nos centramos en datos estadísticos y en problemas coyunturales al hablar del aborto, perdemos el enfoque correcto: dejamos de lado el hecho de que hablar del aborto es hablar de acabar con una vida humana.
Precisamente, eso es errar el tiro. Yáñez sí ha ido a la cuestión de fondo, a la raíz: la condición humana del embrión contra el que se atenta. Usted no menciona esto para nada. Es usted quien se quedó en lo superficial.
[Bartanicus]
Como médico y pensador libre y hombre libre no he de tratar de imponer mi pensamiento en el resto de los seres, he de considerar verdad también la verdad del otro, no?
[Enrique Gordillo]
Muy de acuerdo. Sería un error imponer el pensamiento propio. Sin embargo, no perdamos de vista: por definición solo existe una verdad, si no, no sería tal. Puede usted respetar la opinión del otro, su derecho a optar por una diferente interpretación de la realidad. Pero la verdad es una.
Lo animo, como médico que es, a defender la vida.
[Bartanicus]
El Sr Yañez debe permitirme opinar distinto a él, pues debe considerar que mi opinión también vale.
Por tanto creo que se debe dejar la puerta abierta al ajercicio del Libre Albedrío que Dios puso en nosotros o no es así?...
[Enrique Gordillo]
Por supuesto, pero ¿estamos hablando del libre albedrío para matar a una persona? Eso no es libertad, por lo menos, no una recta aproximación a ella. Con ese criterio también deberíamos poder legislar para que quien quisiera abusar sexualmente de un miembro de nuestras familias pueda hacerlo... total: no debemos atentar contra su libre albedrío.
dice el señor Bartanicus:
"No estoy de acuerdo con la legislación y/o la obligatoriedad del aborto (...) Reglamentar es la palabra, para prevenir todas las lacras que vienen por permitir y tolerar el aborto clandestino.
Muertes de madres jovenes por malpraxis, enriquecimiento de mafias, corrupción de los estamentos judiciales y poiliciales. O desconoce el Sr Yañez que aunque se prohibiera por ley, como sucede en mi pais Uruguay, el aborto , igual se dá en condiciones inaceptables?
El aborto es un hecho, permitido o no. Entonces mitiguemos el efecto deletéreo de esta circunstancia sobre la sociedad y sobretodo sobre las mujeres más pobres y desvalidas".
Es raro, porque se supone que la naturaleza del derecho es resguardar el bien. En cambio, al plantear que el aborto únicamente deba ser regulada, Bartanicus plantea que el derecho defienda algo que está mal: el asesinato de muchos niños.
¿Qué hacemos los mortales imponiéndonos sobre la vida? Si nisiquera nosotros hemos decidido tenerla, pero nos creemos con el derecho de terminarla. Nosotros no estaríamos opinando sobre el tema si hubieran decidido asesinarnos, lo hubiéramos preferido así?, creo que no. Pero a veces nos creemos con mente inmortal para predecir el futuro de esas vidas, entonces decimos:"No,mejor que no viva, va a sufrir el pobre!", no sería mejor PREVENIRLO?.
Hemos llegado al punto tratarnos como animales irracionales, donde no se siente (o el sentimiento se deja de lado) sólo se actúa, sólo se mata ...con los ojos puestos en las estadísticas.
Respeto todas las opiniones, porque nos sirven para aprender más, cambiar de opinión o fortalecer la nuestra.
Sé que no me encuentro en el nivel intelectual de muchos que escriben aquí, pero quería mostrar mi opinión, también los muy jóvenes podemos ver con claridad.
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