jueves

El valor de pequeñas acciones

 

El valor de pequeñas acciones

"Toda la oscuridad en el Mundo no puede apagar la luz de una sola vela."
San Francisco de Asís







Muchas veces nos afanamos por hacer grandes proezas, acciones magnificas que sean capaces de marcar la diferencia en el Mundo... y eso no está mal, son acciones nobles que buscan dotar de más bien a un mundo cada vez más indiferente.

Pero, seamos francos, estas acciones no siempre son inmediatas y no todos estamos dotados para desarrollarlas en corto o mediano plazo. Hasta entonces ¿Qué podemos hacer?

Cruzarnos de brazos no es una posibilidad, no debemos dejar pasar hacer el bien aunque sea una pequeñez. Hay cosas tan pequeñas sucediendo en el mundo que terminan marcando la diferencia cuando son hechas con mucho amor.


Cooperar con la gracia para alcanzar la Santidad con pequeños actos de Caridad



Se dice que San Camilo era muy corpulento. en una de us salidas apostólicas iba acompañado de un hermano de menor tamaño y contextura y expuestos a un sol abrazador. Ve San Camilo a su hermano en la fe muy afectado por las circunstancia que le propone lleno de afecto: Ponte detrás de mí, de esta manera se proyectara mi sombra sobre ti y no te sofocaras tanto. Un gesto que parece insignificante para algunos, pero olvidan que el santo no solo proyectaba su sombra sobre su hermano, también su pensamiento. ¿No somos acaso guardianes de nuestros hermanos? 


¿Para qué Sirve?


Cuántas veces hemos caído sin percatarnos en el utilitarismo, en ese "Usar y Tirar" o en buscar siempre un beneficio nuestro por el de los demás, convirtiendo a nuestro prójimo en medio para nuestros fines y en base a ello, le insertamos un valor.

Una Persona no vale por lo que es capaz de hacer, sino por el amor que proyecta en cada acción que desarrolla ya sea muy pequeña o demasiado notoria, el amor no se centra en las dimensiones sino en el acto. El utilitarismo tan de boga lo único que genera es limitantes en nuestro observa y conocer al prójimo.


La Caridad es Mayor que la Mortificación


Hay una historia que escuche acerca de un monje ermitaño que con la finalidad de obtener fuego que lo cobije y le ayude en la preparación de sus alimentos tenia que recorrer extensos caminos desérticos y como en el primer ejemplo el sol no era el mejor de los aliados, sinembargo a mitad de camino existía un pequeño oasis donde poder descansar y saciar la sed, pero  el Viejo monje encontró en ese transcurrir cotidiano un motivo para ofrecer esa Mortificación a Dios, decidiéndose no parar en aquel oasis en todos los viajes que realizaba.

Aquí es que se percata de un hecho particular. A partir de esa toma de decisión una estrella muy brillante como nunca antes había observado comenzó a brillar con intensidad  y tomo aquello como una señal del beneplácito de Dios ante el gesto que le ofrecía. 

Con el tiempo un joven amante de Dios que deseaba seguir su ejemplo fue a visitarlo afín de aprender a llevar una vida de retiro y oración y comenzó a emular las acciones que el viejo ermitaño realizaba. Es así que lo acompaño por aquel camino el viaje de ida no presento mayor inconveniente pero en el de regreso pudo observar al joven aprendiz como se le iluminaba el rostro al ver aquel oasis tan necesario para él : ¡Qué suerte! Un Oasis. ¡Con la sed que tengo!

Una encrucijada vivió nuestro viejo ermitaño, pensó: si yo no bebo, él tampoco va a beber. 
Es entonces que movido por la misericordia, Se adelantó y bebió. El joven aprendiz procedió a imitarle con mucha alegría y satisfacción.

El viejo ermitaño resignado camino regreso a casa y se dijo a sus adentros: «esta noche no veré mi estrella»... Cual fue su sorpresa al anochecer que elevando los ojos al firmamento en lugar de una estrella había dos.

La caridad es más agradable a Dios.


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