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Madurez Verdadera: ¿Cómo Armonizar tu Vida como un Cubo de Rubik?

 "La madurez es hacer lo correcto, incluso cuando nadie te está mirando." 
C.S. Lewis


Imagina que estás tratando de armar un cubo de rubik.  Si deseas salir airoso tienes que concentrarte y mover todas las piezas hasta que encajen. Algo similar sucede con la vida: cada parte de nosotros —nuestras ideas, acciones y sentimientos— debe estar en armonía para que podamos vivir plenamente. Pero, ¿Cómo podemos  ordenar ese cubo de nuestra vida? La respuesta es con la madurez, un término que todos hemos escuchado pero que a veces no entendemos del todo.

Cubo Mágico, Rubik


¿Qué es la Madurez?

Cuando seguimos nuestra conciencia, es como si estuviéramos abriendo la puerta hacia una vida auténtica. No se trata solo de saber lo que está bien y lo que está mal, sino de transformar completamente nuestra manera de ser. Es como alinear todas las caras del cubo de rubik, asegurándote de que cada pieza esté en su lugar. La madurez implica que cada aspecto de nuestra vida esté interrelacionado y en equilibrio.


Ser maduro no es solo actuar de cierta manera para que los demás te vean como una persona responsable. De hecho, una de las cosas más hirientes que alguien puede escuchar es que lo llamen inmaduro, ¿verdad? Pero la madurez no es una cuestión de apariencias, sino de cómo somos en nuestro interior. Y lo más importante, madurar no significa que dejes de ser tú mismo. Madurar es aprender a ser tú mismo, pero de una manera más completa y auténtica.


Pensamiento Católico

Mitos sobre la Madurez que Debes Conocer

Nuestra cultura nos ha enseñado muchas cosas equivocadas sobre la madurez. Hoy quiero hablarte de tres mitos que son especialmente engañosos: la invulnerabilidad, la infalibilidad y la inflexibilidad.


1. La Madurez no es Invulnerabilidad

A veces pensamos que ser maduros significa que no podemos fallar o que somos inmunes a las tentaciones. Pero eso no es cierto. Todos somos vulnerables, y reconocer nuestras debilidades es una señal de verdadera madurez. Como lo dijo alguna vez el poeta Alexander Pope: "Los necios corren donde los ángeles no se atreven a pisar." Es decir, las personas maduras no se creen invencibles; saben cuándo deben evitar situaciones que los puedan llevar al mal.


Pensar que ser maduro es ser invulnerable es como creer que porque somos mayores no podemos hacernos daño con una sierra eléctrica. El adulto usa las herramientas peligrosas con cuidado porque entiende los riesgos, no porque sea inmune a ellos.


2. La Madurez no es Tener Todas las Respuestas

Otro mito es pensar que las personas maduras siempre tienen todas las respuestas. Eso está muy lejos de la verdad. Una persona verdaderamente madura sabe que no lo sabe todo. De hecho, mientras más madura es, más consciente es de sus límites. Sócrates lo dijo claramente: el sabio es aquel que reconoce su ignorancia. Ser maduro es ser humilde, es decir, saber que podemos equivocarnos y estar dispuestos a aprender de los errores.


3. La Madurez no es Rigidez

Finalmente, está el mito de que ser maduro significa ser serio todo el tiempo y no mostrar emociones. ¡Qué error tan grande! La verdadera madurez no es una rigidez impasible, sino un equilibrio. Ser maduro significa saber cuándo hay que tomarse las cosas en serio y cuándo se puede reír. La vida está llena de momentos de alegría y de tristeza, y la madurez consiste en reconocer cuándo es tiempo de cada uno.


El libro de Eclesiastés lo dice mejor que nadie: "Todo tiene su momento, y cada cosa su tiempo bajo el cielo: su tiempo el nacer, y su tiempo el morir... su tiempo el llorar, y su tiempo el reír..." La madurez es esa capacidad para discernir entre los distintos tiempos y saber lo que conviene en cada situación.


El Camino Hacia la Madurez: Cómo Armonizar tu Vida

Es importante dejar claro que la madurez no es algo que viene simplemente con los años. No es una armadura que te hace invulnerable o un superpoder que te da todas las respuestas.  Y lo más importante, la madurez verdadera no es algo que logras para impresionar a los demás, sino un don que Dios te da para que vivas de acuerdo a la verdad, a tu conciencia y a tu propósito.


En este viaje hacia la madurez, no olvides que ser vulnerable, equivocarte y saber reír también forman parte del proceso. Dios te llama a ser plenamente tú, y la madurez es el camino para lograrlo. Recuerda: tu tiempo de madurar llegará cuando entiendas que la verdadera libertad y la responsabilidad van siempre de la mano.

Omar Orozco Sáenz
Pensamiento Católico

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